037 - Photo Dump

Lee hasta abajo la historia de los orangutanes con más drip

Me gusta pensar que mi generación es la última que recuerda cómo era la vida antes del internet. Pero eso es mentira. Comencé a conectarme a los 11 años, y aunque no estaba Extremely Online como ahora, gran parte de mi día circulaba en torno al momento en el que me sentaba y abría ICQ, mIRC o MSN Messenger, según el momento de mi vida que correspondiera.

Pasaron los años, y las redes dedicaron su tiempo a perfilar su modelo de negocio1. Por ello, era de esperarse que los mensajeros y hubs evolucionaran a algo como MySpace, Fotolog y, al final, Facebook e Instagram. Pero la gente todavía quería lo mismo que encontraba en las redes de antaño: autenticidad, conexión y —obvio— fotos. Así fue como, a lo largo de dos décadas, absolutamente toda red social que existió (y existe) se basó en el contenido gráfico, personal y generado por el usuario.

Hay un hecho en el que mi mente no me dejará mentir: los que tenemos más de 30 años fuimos los últimos en recordar el internet de la MySpace Pose, de los álbumes de Facebook con 200 fotos idénticas y mal tomadas, del “súbelo y taggéame por fa.” El internet era un lugar más sucio y desordenado, y todo era mejor.2 

El tiempo pasó y de Facebook brincamos a Instagram; resulta que tener cientos de álbumes con miles de fotos en estado de ebriedad, guardadas para la posteridad, no era la mejor idea. Esta nueva app nació como una herramienta para editar, mejorar y compartir fotos tomadas con el cel, pero —como hace 20 años— el usuario le fue dando su propio uso a la red, creando las fotos curadas, los finstas, la Instagram Face, los influencers, las tiendas en línea, stories3 y, como todo es cíclico, el Photo Dump.

El Photo Dump es, en términos simples, un rechazo a la inautenticidad de la era de los influencers. Desde 2019, la estética curada, producida e impecable de todxs en Instagram comenzó a caer para dar lugar a una especie de, sí, red throwback—donde la gente se mostraba como, supuestamente, era en realidad. Sin filtros, sin pretensiones, sin barreras. Aunque, claro, no tener estética… es una estética.

La pandemia sólo aceleró este proceso de desmitificación del feed de Instagram. Con el Photo Dump, estrellas del calibre de Dua Lipa y su cuñada Bella Hadid —o tú y yo— “vacían” su carrete y publican álbumes breves con 10 fotos aleatorias y sin mucho contexto o captions desarrollados—creando algo muy similar a lo que veíamos en Metroflog o Facebook circa 2011: en otras palabras, mucha foto, poco texto.

Esta tendencia no es ni mejor ni peor. Simplemente es.

Sin embargo, gracias al covid y a que las redes son hoyos infernales que compiten por nuestra atención —para intentar vendernos productos que antes encontrábamos en catálogos— existe un ánimo de los usuarios por conectar con la gente que les importa, de manera que puedan darle un poco más de vida a fotos que, de otra forma, se hubieran quedado sin ver la luz en la memoria de sus teléfonos.

Quién mejor que yo4 para confirmar esto: la semana pasada, usé un Photo Dump para anunciar la decisión más importante de mi vida. Las redes ponen los medios, sí, pero somos nosotros quienes decidimos qué significado les damos.

Links

  • 📆 Link Latte llega los martes. Los martes son, después de todo, peores que los lunes. ¿Coincidencia? No lo creo.

  • …y si todos los días te parecen iguales, aprende a diferenciar si lo que estás sintiendo es estrés o depresión ☁️

Hold on, we’re going home 🏚

  • ⚡️ Si llegaste hasta aquí: Sé como este orangután, que descubrió un par de lentes de sol en un zoológico de Indonesia y ahora es el animal más cool del internet.5

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