033 - Summer song

Lee hasta abajo la historia de un mesero que dice ser hijo de Juan Carlos I

Uno de los ritos que trae el calor insoportable del verano occidental es elegir, juntos —como sociedad organizada— a la que será la canción inescapable de la radio, las fiestas, los streams y las reuniones sociales durante las 4 a 6 semanas siguientes al nombramiento. 2021 no será la excepción. Aunque 2020 sí lo fue.

Claro, a más de 16 meses de una pandemia que se ha llevado a millones de personas de manera prematura, y que canceló o pospuso cientos de miles de bodas, festejos, cumpleaños y jubilaciones, hablar de cómo el covid privó a millones de fans de disfrutar lo último de Phoebe Bridgers, Lady Gaga o Bad Bunny como debe de ser—en comunidad—podría sonar algo frívolo. Pero eso no lo hace menos importante.

Y no es para menos, en especial porque hace unos días—tal y como esa persona que ya quiere irse de una reunión pero no tiene el valor de ser la primera en pararse—el festival regio Pa’l Norte reveló su lineup, convirtiéndose en el primero en todo Latinoamérica en imaginar un mundo con música en vivo, post-pandemia. Sin embargo, e incluso sin considerar la salud de los asistentes1, ¿estamos listxs?

No sé.

A principios de junio, Lorde lanzó su nuevo sencillo titulado “Solar Power,” en el que la artista, antes conocida por sus letras melancólicas, anunciaba un nuevo mundo, movimiento, culto, o lo que quieras, y nos invitaba a seguir su ejemplo. Semanas después, muy pocos la recuerdan ya, y no es porque se parece a mil otras canciones. Entonces… ¿por qué?

No es que el sencillo haya floppeado, sino que, como explica muy bien un escrito del excelente newsletter Dirt, nos confundió—todavía no estamos seguros de cómo queremos que luzca el arte después del covid: si queremos recordar el año y medio de miseria plasmado en novelas, música y películas, o si queremos borrón y cuenta nueva. De cualquier forma, a pesar de la calidad de la canción, la soleada propuesta de Lorde se sintió vacua, desubicada y hasta cierto punto cínica, como si tuviera un irritante privilegio no reconocido en su ADN.

Sin importar cuál sea su futuro, con Lorde o sin ella, la música pop va a seguir su camino; la monocultura avanza sin mirar atrás. De lo único que estoy seguro es que, si estuviera escuchando “Solar Power” ahora mismo—mientras me muero de calor frente a un escenario de festival y bebo la cerveza más tibia del mundo—me sentiría tan vivo como Lorde en el vídeo, arrancando quizá el mejor verano del resto de mi vida.

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Hold on, we’re going home 🏚

  • ⚡️ Si llegaste hasta aquí: Sirve tragos en un pub de España, pero por décadas ha asegurado que en su linaje existe sangre azul. Se llama Albert Solà y aunque su historia está llena de huecos (¡y un par de pedacitos de evidencia!) su potencial status como hijo ilegítimo el Rey Abdicado Juan Carlos I es más interesante que mil series de Netflix.

(y si quieres más drama similar, date:)

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